Ser autónomo, ¿qué es?
Un
autónomo es una persona física que, de manera reiterada, realiza una actividad profesional para un negocio al cual responde de manera totalmente independiente. Sus fines son lucrativos y sus beneficios dependerán del éxito de su actividad.Es independiente en todos los sentidos, tanto para arriesgarse con inversiones como para poder maximizar sus beneficios. No depende de otra empresa, pero su
responsabilidad es ilimitada sobre sus actividades profesionales, debiendo responder con patrimonio personal en caso de ser necesario.El
autónomo también es conocido como
trabajador por cuenta ajena.
Y trabajador por cuenta ajena, ¿qué es?
Un
trabajador por cuenta ajena es aquel empleado que presta sus servicios para otra persona o empresa a cambios de una remuneración previamente pactada. Independientemente de los resultados, el trabajador tiene la seguridad de que va a recibir el salario base establecido.Siempre dependerá de las directrices de estamentos superiores. Así, está sujeto a unas
tareas, horarios, descansos y el lugar de trabajo establecidos por la empresa. Y todas las condiciones se deberán definir siempre bajo el marco del convenio laboral correspondiente.
¿Cuáles son las diferencias entre autónomo y trabajador por cuenta ajena?
Ya conocemos de manera genérica ambos perfiles. Es momento de entrar en detalle y comentar las principales
diferencias entre un autónomo y un trabajador por cuenta ajena. Veremos que las condiciones, libertades, riesgos, responsabilidades y ambiciones pueden ser muy diferentes. No obstante, siempre hablaremos de condiciones generales. Existen situaciones que pueden ofrecer flexibilidad entre sociedades, empresas, autónomos y trabajadores.
Contrato de trabajo
El autónomo no están bajo un contrato de trabajo. Sin embargo, pueden estar en disposición de proporcionarlos si deciden contratar a un
trabajador por cuenta ajena.
Los empleados están sujetos a un contrato de trabajo, y en él se detallan las obligaciones y los deberes que tienen, tanto la empresa como el trabajador.
Aportación a la Seguridad Social
Los
trabajadores por cuenta ajena, junto a la empresa, aportan la base de cotización, la cual varía en función del salario. Y ya tienen implícito, en nómina, la retención de impuestos correspondiente. No tienen más obligaciones fiscales por las que preocuparse que la declaración de la rente cada año. Incluso, según ingresos y número de pagadores en el año, puede que estén exentos de realizarla.Los
autónomos tienen unas exigencias mayores. Cotizan individualmente al
Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), lo hacen en función de sus ingresos generados, y deben aplicar la retención en cada factura que emitan. Sin olvidarse de cumplir el calendario fiscal.
Cuota por trabajar
Los autónomos deben pagar la cuota de autónomos para realizar su actividad. De manera íntegra e independientemente de su estado de funcionamiento y de los ingresos obtenidos.Los
trabajadores por cuenta ajena no deberán pagar cuota alguna.
Libertades laborales
Los trabajadores están sujetos a unos horarios, normas y directrices recibidas. Además de tener que realizar sus funciones en el lugar indicado. En este sentido, a cambio, puede disfrutar de una cómoda estabilidad laboral.El
autónomo está en una situación opuesta. Su estabilidad laboral depende más directamente de los resultados, pero a cambio tiene libertad de horarios, de lugar y de toma de decisiones.