La formación de Gobierno estaba supeditada a una serie de demandas de Yolanda Díaz y su partido. Fueron aceptadas, y ahora sólo falta que sean definitivamente aprobadas y publicadas en los documentos oficiales del estado. Las novedades en la reducción de jornada llegan prácticamente cada semana, por lo que se espera una entrada en vigor más que próxima. Más, tras su aprobación en el Consejo de Ministros.

La reducción de jornada a 37,5 y 38,5 horas semanales

La reducción de la jornada laboral debe quedar fijada en 37,5 horas semanales en 2025. Y se hará de manera directa, sin el paso intermedio de una jornada de 38,5 horas. La mesa de negociación entre el gobierno, los sindicatos y la patronal se ha alargado más de lo esperado, y no permitirá ese paso que inicialmente estaba previsto.

El nuevo registro de jornada

El control horario digital es un asunto sobre el que no existen dudas. No serán válidos los métodos analógicos ni aquellos biométricos que vulneren la privacidad de los empleados. Así, aunque muchos ya contaban con un sistema digital, se aplicará una nueva ley de registro horario que no permitirá otra opción a las empresas.

Partes y posturas en la reducción de jornada

En las reuniones que se han estado produciendo, podemos encontrar tres partes implicadas: los trabajadores, las empresas y quienes tienen que regular las normas.

Los propósitos de Yolanda Díaz

La ministra de trabajo y economía social quiere reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales. Sin que esta reducción suponga una merma en el salario de los trabajadores. Para ello, animan a las empresas a un uso de las tecnologías y nuevos procedimientos para que el bienestar de los empleados no sea contrario a la productividad. Están convencidos de que, la digitalización y la eliminación de los tiempos improductivos, permite realizar el mismo volumen de trabajo en menos horas. Y quieren asegurar su cumplimiento a través de un registro horario digital. Así como otras medidas de protección a los empleados.

Las peticiones de los sindicatos

Los sindicatos, CCOO y UGT, están muy alineados con el Gobierno. Quieren que esa reducción de la jornada se apruebe lo antes posible. Así como todas las medidas relacionadas para su cumplimiento. Y desde otoño de 2024 se están moviendo entre las formaciones políticas para lograr el apoyo en el Congreso a la reducción de jornada.

La postura de los empresarios

CEOE y Cepyme se salieron finalmente de la mesa de negociación. No apoyaban la reducción de la jornada, ya que advertían importantes pérdidas. Para continuar con su producción y llegar a un posible punto de acuerdo, proponían un aumento del número máximo de horas extra. En España, son 80 el número de horas extras permitidas al año. También pedían poder hacer diferenciación según los sectores, actividades y necesidades. Las ofertas llegadas desde el Ministerio las consideraban insuficientes, y por ello consumaron su negativa.

Las reuniones entre Yolanda Díaz, sindicatos y empresarios

Desde inicios de 2024, el ejecutivo, por medio de Yolanda Díaz o de Joaquín Pérez Rey, ha estado reuniéndose con los agentes sociales para abordar esta reducción de jornada. Y, desde hace unos meses, estas conversaciones se estuvieron intensificando. Y es que la ministra quería aprobar las primeras medidas sin esperar al final de año. Ahora, para que ya de manera definitiva con el acuerdo firmado formalmente con los sindicatos, en 2025 va a estar la fecha definitiva.En todas estas reuniones se estuvieron tratando diferentes conceptos como la flexibilidad de la aplicación de las normativas o el número máximo de horas extras. Allí, parece que solo hubo un acuerdo desde el inicio para aplicar un cómputo anual y en realizar un control horario digital. Y así llegamos finales de año, cuando, pese a las diferencias iniciales también con los sindicatos, un acuerdo firmado acerca la puesta en marcha de todas las medidas en materia de jornada laboral.
Reunión con diferentes partes

La reunión del 29 de octubre de 2024: ¿Últimatum?

Desde el Gobierno se hizo hincapié en que esta fue la decimotercera reunión en diez meses con los agentes sociales. Y, definitivamente, no quieren aplazar más la reducción. Para ello, su última oferta es la de una inversión de entre 350 y 375 millones de euros para ayudas directas a micropymes de menos de cinco empleados. Se traducirían en 6.000 euros para cada una, y serían destinadas a los sectores de comercio, hostelería, peluquería, limpieza y agricultura.

Son las empresas que consideraban que tendrán más dificultades para afrontar la reducción de jornada manteniendo la producción. Y, desde el Ministerio de Trabajo, sugirieron que fueran invertidas para promover el comercio electrónico o la digitalización del registro horario.

De la reunión también se extrajo la dificultad para posibilitar un paso intermedio de una jornada de 38,5 horas semanales. Dadas las fechas en las que ya nos encontrábamos, es posible que directamente haya que asumir directamente una jornada de 37,5 horas en 2025.

La reunión del 21 de noviembre

Anterior a esta, hubo una reunión prevista para el 11 de noviembre que tuvo que ser aplazada por las consecuencias de la DANA. Ya el jueves 21 pudo formarse una nueva mesa de negociación. En ella, se reafirmó la negativa de la patronal a apoyar la reducción de jornada

Todo, en un contexto en el que la patronal ya ha anunciado que no va a apoyar la reducción de jornada. La respuesta a ese ultimátum que anunció el Secretario de Estado de Trabajo va a ser un «no». Así, parece que se cumplirá la amenaza del Ministerio, retirando las ayudas propuestas a los empresarios para la implementación de esta reducción. Así, ya se están centrando esfuerzos en llevar lo antes posible la votación de la ley en el Congreso.

Texto de la norma

El ministerio de Díaz ya va dando pasos definitivos. El viernes 22 sacaron a consulta pública previa, y para la realización de aportaciones, el proyecto de ley para la reducción de jornada. El texto de la norma puede consultarse aquí. Esta marca una «reducción de la jornada máxima legal semanal de jornada semanal (en promedio anual) de 40 a 37,5 el 1 de enero de 2025». Por lo que se intuía una aplicación inmediata.

Sin embargo, la ministra, semanas después, comentó en la Cadena SER que esperaban cerrar el acuerdo con los sindicatos y poner en marcha un «trámite preferente y urgente», e hizo una estimación de cinco o seis meses, desde diciembre, para su entrada en vigor en 2025, con fecha límite en diciembre de ese año. Todo, pese a que se haya conocido que, desde el otro bloque del Gobierno, prefieren que se atrase hasta 2026.

El acuerdo firmado entre Trabajo y sindicatos para la reducción de jornada

Finalmente, el viernes 20 de diciembre, el ministerio y los trabajadores anunciaron en un acto la firma de un acuerdo para esta reducción de jornada y todas las medidas relacionadas para respetar el descanso.

Su entrada en vigor queda marcada con una fecha siempre anterior a finalizar 2025, e incluso algunos medios dan plazos de tres y seis meses para la activación de todas las medidas. Y es que, esperan que el proyecto ley pueda estar en el Congreso en primavera, y un día después de su aprobación podría entrar en vigor.

El resumen del acuerdo, con medidas que vamos a detallar más adelante, sería el siguiente:

  • Reducción de jornada a 37,5 horas semanales sin merma salarial
  • «Incremento proporcional» de salario en contratos de jornada parcial.
  • Obligación de un registro horario digital
  • Sanciones de hasta 10.000 euros por trabajador con el que se infrinjan las medidas.
  • Garantía de la desconexión digital de los empleados fuera del tiempo efectivo de trabajo.

El acuerdo entre Yolanda Díaz y Carlos Cuerpo y aprobación en Consejo de Ministros

Los inicios de 2025 habían estado protagonizados por la incertidumbre. Desde dentro del propio Gobierno no llegaba un acuerdo. Finalmente, la ministra de Trabajo y el de Economía pactaron la reducción de jornada con las medidas acordadas con los sindicatos. Tras ello, la reducción de jornada se aprobó en el Consejo de Ministros el martes 4 de febrero. Ahora, la jornada de 37,5 horas y todas las propuestas relacionadas, deberán ser aprobadas en el Congreso de los Diputados para su entrada en vigor.

El cupo de medidas relacionadas

Pero la reducción de jornada, en ningún caso, va a ir sola. Precisamente, para tratar de asegurar su cumplimiento, desde el ejecutivo van a lanzar una serie de medidas ineludibles para todas las empresas:

Registro horario digital

Ya hemos comentado que es una de las medidas clave de esta reforma, y siguen insistiendo en ello. Así, este control horario siempre ha estado sobre encima de la mesa desde el primer momento. Deberá ser digital para evitar manipulaciones y permitir la interoperabilidad en tiempo real por parte de Inspección. Será además un medio para poder mejorar la eficiencia de las empresas en ciertas tareas.

Derecho a la desconexión digital

Fue la gran novedad surgida de la reunión del 17 de julio, y ahora queda fijada. Se plantean nuevos cuidados para respetar el descanso de los empleados fuera del tiempo efectivo de trabajo. Recuerdan así que hay que respetar una desconexión en un contexto en el que es muy sencillo el contacto telemático. Y, así, no responder a una llamada fuera del horario laboral, nunca podría ser motivo de sanción por parte de la empresa.

Plan Pyme 375

En la reunión del 9 de septiembre, el Ministerio anunció este plan con el que quieren facilitar el cambio a las pequeñas y medianas empresas. Las ofrecerán formación especializada y asesoramiento. Y, aquellas que se vean obligadas a «contratar» más horas de empleo para mantener la productividad tras la reducción, serán bonificadas. Parece que, tras la salida de CEOE y CEPYME de la mesa de negociación, el Ministerio retirará esta y todas las concesiones propuestas a las empresas.

Anteriores novedades en la reducción de jornada

Las reuniones para abarcar la reducción de jornada ya habían tratado diferentes propuestas.

Reducción de jornada flexible en algunos sectores

Desde el Ministerio de Trabajo intentaban aproximarse a un acuerdo a través de una reducción de la jornada más flexible. Ésta, no cuestionaba lo más mínimo su duración, pero sí que ofrecía un margen a algunos sectores para la distribución irregular de las horas. En concreto, hablaríamos de una flexibilidad del 10% en la distribución de las jornadas según las necesidades de producción.

Esos sectores con un trato especial serían áreas de especial preocupación para la patronal ante esta reducción y control de la jornada, como el campo o la hostelería. Y, de esta forma, se podría dar respuesta a aquellos periodos de mayor o menor producción.

También podríamos hablar de flexibilidad en cuanto a la fecha de implementación, con un periodo transitorio más largo, y respetando aquellos convenios con vigencia hasta 2024 y 2025. Pero ni esto, por la demora en el acuerdo, ni ninguna otra deferencia a las empresas, parece que vaya a aplicarse debido a su negativa definitiva a la reducción de jornada.

Agravante sancionador por daños o perjuicios

Ya se había cambiado el modo sancionador, aplicando una multa por cada empleado con el que se comentan infracciones. Pero también, desde el Gobierno han planteado como agravantes aquellos casos donde se produzcan daños o perjuicios. Por ejemplo, cuando el exceso de jornada ponga en riesgo la salud del trabajador. Así, una sanción grave pasaría a ser muy grave.

Una disputa entre las partes

Desde el inicio de las conversaciones, los sindicatos siguen metiendo presión para aprobar la reducción de jornada lo antes posible. Mientras, la patronal argumentaba los convenios firmados que hay que respetar antes de aplicar estas reducciones de jornadas.