Las empresas son grandes familias. Con una causa distinta a la que vive bajo el mismo techo, pero con la que incluso se pueden llegar a compartir más horas a la semana. Esa relación tan próxima puede dar lugar a diferentes puntos de choque. Estos no son buenos para la empresa, así que vamos a ver cómo gestionar la resolución de los conflictos laborales. Una tarea en la que deberá tener un importante papel el departamento de recursos humanos.

¿Qué son los conflictos laborales?

Los conflictos laborales son situaciones de desacuerdo, tensión o confrontación que se generan entre trabajadores en el entorno del trabajo. Pueden manifestarse de diferente manera, y conviene solucionarlos a tiempo porque para que no tengan importantes consecuencias para la empresa, afectando directamente a la producción.

Causas

Estos conflictos en el trabajo pueden darse por motivos como:

  • Diferencias de personalidad
  • Egos y envidias
  • Problemas de comunicación
  • Trato desigual
  • Diferencias culturales

Métodos preventivos

Antes que solucionarlos es más adecuado prevenir esos conflictos laborales. Por ello, se deben valorar esos puntos recientemente citados como causas. Y además conviene:

– Realizar una escucha activa. Es fundamental para entender a los empleados y mostrar interés por ellos, favoreciendo así ambientes distendidos. Y, además, podrá servir para detectar esos casos de conflictos laborales desde sus inicios.

– Establecer roles con claridad. Cada empleado debe conocer cuáles son sus responsabilidades y los escalafones de la empresa. Esto facilitará los flujos de trabajo y evitará malentendidos al respecto.

–  Realizar prácticas justas. Se deben tener cuidados para la realización de los turnos de trabajo dentro del equipo, así como para la gestión de las vacaciones.

– Entrenamiento en habilidades blandas. Los empleados deben conocer técnicas para mejorar el carácter y tener una conducta más amigable. La inteligencia emocional o las habilidades de comunicación son algunas de ellas.

– Otorgar reconocimientos justos. Será importante realizarlo además de una manera ecuánime bajo el mismo criterio.

– Realizar evaluaciones del clima laboral. Es importante conocer cuál es la situación de las relaciones. Será más sencillo atajar un pequeño problema que esperar a cuando este gane en complejidad.

– Practicar el teambuilding. En ocasiones, realizar actividades fuera del ambiente laboral sirve para conocer realmente a las personas y, además, poder encontrar sinergias. Además, por supuesto, servirá para fomentar el trabajo colaborativo y el sentimiento de equipo.

– Clima laboral positivo. En definitiva, de una manera u otra, hay que esforzarse por crear y mantener un ambiente agradable entre las personas. Es básico para evitar la crispación.

Sistema para la resolución de conflictos laborales

Existen diferentes formas correctas para la resolución de conflictos laborales:

1. Canal de denuncias

Esta herramienta servirá para recoger, de forma anónima, todos los conflictos que puedan existir en la empresa. Y, a partir de ahí, deben ser tratados. Cabe recordar que, además, este canal de denuncias es obligatorio por ley y debe estar siempre a disposición de los empleados.

2. Evaluación de lo sucedido

Independientemente de la forma en la que sean detectados esos conflictos, se debe realizar un análisis del conflicto, escuchando a todas las partes y recopilando toda la información necesaria.

3. Reorganización

Podría ser necesaria la reasignación de tareas, la reubicación de la/s persona/s, y/o simplemente una reunión aclaratoria. Otra solución estaría en la toma de medidas más drásticas en caso de que las causas del conflicto hayan sido graves e injustificadas.

4. Seguimiento continuo

Hay que conocer continuamente el estado de esos conflictos, y comprobar así que se han saneado y que no existe riesgo de que se vuelvan a reabrir. Ante la mínima sospecha, convendrá gestionar la situación de nuevo. Y hay que realizar un seguimiento de la productividad para conocer cómo se están viendo afectados los resultados.

5. Aprendizaje y actualización

Para futuras ocasiones, será más sencillo detectar esos posibles problemas, y la gestión de su solución podrá ser más rápida y eficaz.

Todo ello servirá para hacer los días más cómodos, evitar el absentismo laboral, tratar el rebajar el coste del trabajador y, en definitiva, mejorar la productividad de la empresa. Es seguro que se complicará mucho la viabilidad de la misma si hay malestar entre los trabajadores y conflictos laborales.