Cuando hablamos de herramientas de la empresa, lo hacemos de ordenadores, maquinaria, mobiliario, vehículos, etc. Pero quizás, el tema principal de este artículo deberíamos empezar a incluirlo en ese grupo dada la importancia de la cafeína para el día a día laboral. Es tan importante que conviene saber cuál es el mejor café para trabajar. Y, es que, café y trabajo suelen ir de la mano. De esta manera, será más fácil ser productivo y aprovechar las horas de trabajo.

Vamos a hablar siempre de café de grano. Dejando de lado al café instantáneo, ya que éste se compone de una serie de añadidos y no tiene todas las propiedades del café.

Beneficios del café en el trabajo

A la hora de realizar cualquier actividad productiva, ya sea física o intelectual, puede resultar muy interesante la ingesta de algún estimulante. Esto va a permitir aumentar la productividad, el rendimiento, la concentración y, principalmente en el trabajo, evitará el sueño. Para ello, la cafeína es una sustancia recomendada, aunque siempre deberá realizarse de manera responsable. Caer en excesos puede ser perjudicial, por lo que se recomienda consultar a un médico o especialista en la materia que estudie cuánto café es bueno tomar al día en casa caso.

Y, hablando de los efectos del café, éstos dependen mucho de la persona que lo consuma, de la edad, la composición física, la genética, los hábitos, etc. Pero podríamos tener la referencia de 20 minutos para comenzar a sentir los efectos estimulantes, y las cuatro horas como la duración de los mismos.

Factores para elegir el mejor café para trabajar

El café puede ser elegido por múltiples aspectos. En este caso, uno que va a ser principal para nosotros es el grado de cafeína. Vamos a ver cómo es posible jugar con ello y con otros factores que se buscan a la hora de consumir café.

Formato del café

Sin entrar en más detalles, es posible encontrar más cafeína, a rasgos generales, en función del tipo de café que se consuma. Una fuente autorizadas como Caffeine Informer dan datos sobre la cafeína aproximada de cada uno:

  • Café americano (354 mil): 154 mg
  • Café instantáneo (236 ml): 57 mg.
  • Café Espresso (60 ml): 80 mg.
  • Taza de café de filtro (200 ml): 90 mg.

Tipo de semilla

  • El café robusta tiene más cafeína, pero también un sabor más amargo que puede ser menos apetecible para algunas personas.
  • El café arábica posee menos porcentaje de cafeína. Sin embargo, suele ser más agradable al gusto, con aromas más dulces y afrutados.
  • El café libérica, mucho menos común, podría encontrarse a mitad de camino en cuanto a cafeína y aromas.

Tueste del café

Aunque existen diferentes teorías, varias concluyen que los granos menos tostados contienen más cafeína, ya que evita que ésta se descomponga en el proceso. Es así pese a que su sabor menos intenso pudiera dar lugar a equívocos con sabores más tostados y amargos. Además, un tueste menos intenso frena la pérdida de compuestos beneficiosos para el organismo.

El molido del café

A medida que los granos son más finamente molidos, más cafeína consumiremos. Esto es algo de quien se puede beneficiar quien se habitúe a comprar los granos enteros para tratarlos en un molinillo antes de consumir el café.

El procesado del café

En este caso se repercutiría en el sabor más que en la cafeína. Depende los tres principales procesos que existen para extraer el grano del fruto.

Lavado: se separan la fruta y la semilla (granos) mediante agua y fermentación, y luego se ponen a secar. Es un café con una “taza limpia” y con una buena acidez.

Natural: se ponen directamente a secar sin ser previamente separadas. Pasado un tiempo se separa la fruta de la semilla. Esto provoca una sabor más dulce y afrutado.

Honey: es una mezcla de los dos anteriores procesos. Se retira, pero sólo parcialmente, la fruta con agua. Tras ello se seca al sol. Se obtienen así unos granos también dulces y afrutados, pero más limpios.

Entonces, ¿dónde se hace el mejor café?

Para cultivar el fruto del café es necesario encontrar unas características concretas de temperatura y humedad. Éstas se dan en el Trópico. Es decir, entre el Trópico de Cáncer y el Trópico de Capricornio. Es decir, en zonas próximas al Ecuador, la conocida como “El cinturón del café”.

Allí se localizan los principales exportadores de café, como México, Honduras, Colombia, Brasil, Uganda, India o Vietnam. Históricamente, cada zona ha cultivado un café con unas características propias. Así, en África son típicos los cafés dulces y afrutados, y con buen cuerpo. En Sudamérica, tienen notas de chocolate y menos cuerpo y acidez; Y, en Asia, pueden encontrarse los sabores más amargos.

Además, las zonas en altura, con temperaturas más bajas, ofrecen un café cuya maduración se alarga y que supone el desarrollo de unos sabores más complejos.

Sin embargo, la localización ya tiene menos importancia debido a los avances tecnológicos en los procesos, lo que ha causado una diversificación. Así, es posible encontrar cafés muy diferentes en una misma zona, y se hace aun más complicado saber de donde sale el mejor café del mundo.

De la misma forma, es más sencillo acceder a todo tipo de cafés, independientemente de dónde queramos consumirlo. Sólo basta con probar y probar los diferentes tipos para saber cuál es el mejor café. O, siendo más concretos, el mejor café para consumidor en función de la cafeína, los sabores y, en este caso, la ayuda que pueda proporcionar para trabajar.