El Gobierno de España ha aprobado una subida del salario mínimo en 2024. Una medida que puede tener importantes consecuencias en la economía española y que afectará, de diferente manera, al trabajador y a la empresa. A continuación, nos centraremos en analizar esta subida del SMI desde el sector empresarial, y en ver cómo es posible gestionar este nuevo escenario.
Claves de la subida del salario mínimo interprofesional
Hay una serie de elementos sobre el SMI que son de obligado conocimiento. Tanto para las empresas como para los trabajadores.
– Sujeto: de esta subida en las nóminas se hará cargo la empresa en su totalidad. Independientemente de la tipología y rendimiento de ésta.
– Cantidad: la subida del salario mínimo interprofesional es de un 5% respecto al anterior. Ahora queda establecido en 1.134 euros brutos mensuales en 14 pagas o, lo que es lo mismo, 15.876 euros brutos anuales para ser divididos en 12 pagas o en otra fórmula. Hablaríamos siempre en jornada completa, pero se aplica también a jornada parcial de manera proporcional al número de horas trabajadas.
– Objeto de aplicación: a todos quienes estén por debajo del actual salario mínimo interprofesional marcado en 2024. Indiferentemente de la rentabilidad del trabajador. Además, como comentaremos más adelante, podría indirectamente repercutir a otros trabajadores.
Cuándo sube el salario mínimo interprofesional
Pero “cuándo será efectivo” es la pregunta que muchos se hacen. La medida de Yolanda Díaz ya ha sido aprobada en Consejo de Ministros. Por lo tanto, deberá ser de aplicación en febrero y con carácter retroactivo en todo 2024. Más adelante, explicaremos este punto más en detalle.
Qué supone la subida del salario mínimo para la empresa
Todas las empresas, con mayor o menos gravedad, pueden verse afectadas por esta medida. El impacto será más fuerte en las pymes, quienes además son principales protagonistas del tejido productivo de nuestro país. Y las consecuencias pueden ser las siguientes:
– Problemas para contratar. Un mayor gasto en salarios, en condiciones normales, incitará menos a la ejecución de nuevos contratos.
– Problemas para mantener. De igual manera, en algunos casos no será posible cuadrar ejercicios con un mayor gasto en nóminas.
– Envejecimiento de la plantilla. Es posible que las empresas busquen reducir riesgos con perfiles menos experimentados y, así, lanzarse hacia profesionales que puedan generar más confianza. Hay peligro de que aumente la tasa de paro juvenil.
– Subida generalizada en las nóminas. En algunos convenios vienen contempladas subidas salariales en función del SMI, por lo que a estos empleados también supondrían mayor inversión aun sin encontrarse por debajo del mínimo estipulado.
– Gestión de nóminas. La subida es de obligado carácter retroactivo a 1 de enero. Por ello, no sólo será necesario aumentar el salario de futuras nóminas, sino que será necesario abonar al trabajador lo correspondiente al pago de enero. En la mayoría de los casos, ese “atraso” se verá compensado en la nómina de febrero. Y, ese carácter retroactivo, será de obligada aplicación incluso con trabajadores que ya no se encuentren en plantilla.
– Mejora en el clima laboral. Este cambio repercutirá positivamente en el bienestar y estado de ánimo de los trabajadores. Y esto, consecuentemente, podría suponer un aumento de la productividad.
Situaciones de gestión ante la subida del SMI de 2024
Existen diferentes escenarios, según la situación de la empresa. En algunos, será más difícil pronosticar la viabilidad y el crecimiento.
Empresas sin excesivos márgenes
Los negocios en peores condiciones, con situaciones más apretadas, deberán esforzarse para llegar a la excelencia y, así, poder aumentar ingresos para que el beneficio se asemeje al existente antes de la subida del salario mínimo en 2024. Así, convendrá focalizarse en:
- Cambiar propuesta
- Vender mejor
- Encontrar mejor a los clientes
- Aumentar calidad en productos o servicios
Empresas altamente rentables
Si el negocio ya es más que viable, está en continuo crecimiento y tiene una gran salud económica, no se verá tan afectado por estos cambios en las nóminas. Sí que necesitarán cuidar detalles y al menos mantener el nivel para que su capacidad de inversión no se vea mermada.
En cualquiera de los casos, será necesario realizar una importante tarea de gestión de recursos humanos y selección de personal. De esta forma podremos contar en la empresa con trabajadores que en cualquiera de los casos ofrezcan una productividad que justifique, al menos, ese nuevo salario mínimo interprofesional.