La formación de Gobierno estaba supeditada a una serie de demandas de Yolanda Díaz y su partido. Fueron aceptadas, y ahora sólo falta que sean definitivamente aprobadas y publicadas en los documentos oficiales del estado. Las novedades en la reducción de jornada llegan prácticamente cada semana, por lo que se espera una entrada en vigor más que próxima.

La reducción de jornada a 37,5 y 38,5 horas semanales

La reducción de la jornada laboral debería quedar fijada en 37,5 horas semanales para el 1 de enero de 2025. Pero se hará de forma paulatina, siguiendo un plan de ruta marcado por el Gobierno. Y con unos márgenes más amplios de los presentados inicialmente. Antes, se espera que entre en vigor la reducción a una jornada de 38,5 horas semanales. En esa reducción pueden existir muchos matices que debatir, y todavía siguen siendo protagonistas en las reuniones.

El nuevo registro de jornada

El control horario digital es un asunto sobre el que no existen dudas. No serán válidos los métodos analógicos ni aquellos biométricos que vulneren la privacidad de los empleados. Así, aunque muchos ya contaban con un sistema digital, se aplicará una nueva ley de registro horario que no permitirá otra opción a las empresas.

Partes y posturas en la reducción de jornada

En las reuniones que se están produciendo, podemos encontrar tres partes implicadas: los trabajadores, las empresas y quienes tiene que regular las normas.

Los propósitos de Yolanda Díaz

La ministra de trabajo y economía social quiere reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales. Sin que esta reducción suponga una merma en el salario de los trabajadores. Para ello, animan a las empresas a un uso de las tecnologías y nuevos procedimientos para que el bienestar de los empleados no sea contrario a la productividad. Están convencidos que, la digitalización y la eliminación de los tiempos improductivos, permite realizar el mismo volumen de trabajo en menos horas. Y quieren asegurar su cumplimiento a través de un registro horario digital. Así como otras medidas de protección a los empleados.

Las peticiones de los sindicatos

Los sindicatos, CCOO y UGT, están muy alineados con el Gobierno. Quieren que esa reducción de la jornada se apruebe lo antes posible. Así como todas las medidas relacionadas para su cumplimiento.

La postura de los empresarios

CEOE y Cepyme no apoyan la reducción de la jornada, ya que advierten importantes pérdidas. Para continuar con su producción y llegar a un posible punto de acuerdo, proponen un aumento del máximo de horas extra. En España, son 80 el número de horas extras permitidas al año. También piden poder hacer diferenciación según los sectores, actividades y necesidades.

Las reuniones entre Yolanda Díaz, sindicatos y empresarios

Desde inicios de año el ejecutivo, por medio de Yolanda Díaz o de Joaquín Pérez Rey, ha estado reuniéndose con los agentes sociales para abordar esta reducción de jornada. Y desde hace unos meses, estas conversaciones se están intensificando. El Gobierno, los sindicatos y la patronal se están juntando cada semana. Los lunes habitualmente. Y es que Yolanda Díaz quiere aprobar las primeras medidas sin esperar al final de año.

En todas estas reuniones se están tratando diferentes conceptos como la flexibilidad de la aplicación de las normativas o el número máximo de horas extras. Sin embargo, parece que sólo son indudables y hay acuerdo en aplicar un cómputo anual, y en realizar un control horario digital.

Y así llegamos a otoño, con una reducción que, pese a las diferencias, tiene que estar más cerca de aprobarse.

La reunión del 29 de octubre de 2024: ¿Últimatum?

Desde el Gobierno se hizo hincapié en que esta fue la decimotercera reunión en diez meses con los agentes sociales. Y, definitivamente, no quieren aplazar más la reducción. Para ello, su última oferta es la de una inversión de entre 350 y 375 millones de euros para ayudas directas a micropymes de menos de cinco empleados. Se traducirían en 6.000 euros para cada una, y serían destinadas a los sectores de comercio, hostelería, peluquería, limpieza y agricultura.

Son las empresas que consideraban que tendrán más dificultades para afrontar la reducción de jornada manteniendo la producción. Y, desde el Ministerio de Trabajo, sugirieron que fueran invertidas para promover el comercio electrónico o la digitalización del registro horario.

De la reunión también se extrajo la dificultad para posibilitar un paso intermedio de una jornada de 38,5 horas semanales. Dadas las fechas en las que ya nos encontrábamos, es posible que directamente haya que asumir directamente una jornada de 37,5 horas en 2025.

La reunión de 11 de noviembre: aplazada

La primera reunión prevista para noviembre ha sido pospuesta. Joaquín Pérez Rey ha afirmado que ahora todos los esfuerzos del Gobierno, del Ministerio de Trabajo y de los agentes sociales deben centrarse en la ayuda para los afectados por la DANA.

Todo, en un contexto en el que la patronal ya ha anunciado que no va a apoyar la reducción de jornada. La respuesta a ese ultimátum que anunció el Secretario de Estado de Trabajo va a ser un «no». Aun tras la amenaza de que si no había propuestas ni acuerdos por parte de los empresarios, desde el Ministerio contarían únicamente con los sindicatos. Incluso, sin las ayudas a las empresas que están siendo ofrecidas. Así, se espera que desde el ejecutivo lleven, de una forma u otra, la ley a votación en el Congreso.

Próxima reunión

El Congreso Internacional del Trabajo sirvió para tener pistas sobre cuándo será la próxima reunión sobre la reducción de jornada. Allí atendió Yolanda Díaz a los medios. Y no ha dado una fecha exacta, pero sí que ha dicho que va a convocar una nueva mesa de diálogo de inmediato. La gallega además asegura que la reducción de jornada ha tomado «velocidad de crucero» y que pronto se llegará a un acuerdo para poder tramitar la ley. Eso sí, de manera bipartita con sindicatos tras conocer la negativa de la patronal.

El cupo de medidas relacionadas

Pero la reducción de jornada, en ningún caso, no va a ir sola. Precisamente, para tratar de asegurar su cumplimiento, desde el ejecutivo van a lanzar una serie de medidas ineludibles para todas las empresas:

Registro horario digital

Ya hemos comentado que es una de las medidas clave de esta reforma, y siguen insistiendo en ello. Así, este control horario siempre ha estado sobre encima de la mesa desde el primer momento. Deberá ser digital para evitar manipulaciones y permitir la interoperabilidad en tiempo real por parte de Inspección. Será además un medio para poder mejorar la eficiencia de las empresas en ciertas tareas.

Derecho a la desconexión digital

Fue la gran novedad surgida de la reunión del 17 de julio, y ahora queda fijada. Se plantean nuevos cuidados para respetar el descanso de los empleados fuera del tiempo efectivo de trabajo. Recuerdan así que hay que respetar una desconexión en un contexto en el que es muy sencillo el contacto telemático. Y, así, no responder a una llamada fuera del horario laboral, nunca podría ser motivo de sanción por parte de la empresa.

Plan Pyme 375

En la reunión del 9 de septiembre, el Ministerio anunció este plan con el que quieren facilitar el cambio a las pequeñas y medianas empresas. Las ofrecerán formación especializada y asesoramiento. Y, aquellas que se vean obligadas a «contratar» más horas de empleo para mantener la productividad tras la reducción, serán bonificadas.

Anteriores novedades en la reducción de jornada

Las reuniones para abarcar la reducción de jornada ya habían tratado diferentes propuestas.

Reducción de jornada flexible en algunos sectores

Desde el Ministerio de Trabajo intentan aproximarse a un acuerdo a través de una reducción de la jornada más flexible. Ésta, no cuestiona lo más mínimo su duración, pero sí que ofrece un margen a algunos sectores para la distribución irregular de las horas. En concreto, hablaríamos de una flexibilidad del 10% en la distribución de las jornadas según las necesidades de producción.

Esos sectores con un trato especial serían áreas de especial preocupación para la patronal ante esta reducción y control de la jornada, como el campo o la hostelería. Y, de esta forma, se podría dar respuesta a aquellos periodos de mayor o menor producción.

También podríamos hablar de flexibilidad en cuando a la fecha de implementación, con un periodo transitorio más largo, y respetando aquellos convenios con vigencia hasta 2024 y 2025.

Agravante sancionador por daños o perjuicios

Ya se había cambiado el modo sancionador, aplicando una multa por cada empleado con el que se comentan infracciones. Pero también, desde el Gobierno han planteado como agravantes aquellos casos donde se produzcan daños o perjuicios. Por ejemplo, cuando el exceso de jornada ponga en riesgo la salud del trabajador. Así, una sanción grave pasaría a ser muy grave.

Una disputa entre las partes

Desde el inicio de las conversaciones, los sindicatos siguen metiendo presión para aprobar la reducción de jornada lo antes posible. Mientras, la patronal argumenta los convenios firmados que hay que respetar antes de aplicar estas reducciones de jornadas.

Seguirán reuniéndose para intentar llegar a un acuerdo. No obstante, los avances avecinan un acuerdo para otoño. Y, si no, no es descartable que el Gobierno lo apruebe de manera unilateral como la subida del salario mínimo.