El buen funcionamiento de la empresa depende de una gran cantidad de elementos, como el modelo de negocio, la localización o el marketing. Además, uno de los imprescindibles, es el patrimonio personal. Por ello, hay que reservar esfuerzos para atender y evitar la existencia de trabajadores desmotivados.

Problemas de la desmotivación laboral

Además de los problemas psicológicos que se pueden crear, tener unos empleados desmotivados significará un efecto negativo en la productividad de la empresa. ¿Quién trabaja al máximo y acude a su puesto de trabajo animado cuando no siente una motivación? Evidentemente, nadie o casi nadie. Incluso, estas situaciones podrían suponer un absentismo laboral.

La falta de motivación además puede contagiarse. Por ejemplo, es especial problema cuando, en lugar de un empleado desmotivado, se encuentra un equipo desmotivado al completo. Esto seguro hará imposible el cumplimiento de los objetivos de la empresa. Por ello, el responsable correspondiente debe saber detectar empleados desmotivados y comenzar un plan para evitar la desmotivación en el trabajo.

Trabajadores desmotivados: ¿Cómo evitarlo?

Impedir este mal en las empresas es posible. Se trata de un ejercicio de prevención, observación y cuidado que mejorará el ambiente laboral y, consecuentemente, la productividad de la empresa. Así, los siguientes consejos y prácticas servirán para evitar la desmotivación de los empleados.

1. Fomenta la creatividad

La confianza también llegará cuando el empleado sienta la libertad de poder implantar sus métodos. Y no sólo servirá para mejorar el bienestar del empleado, sino que podrá ser una gran oportunidad de la empresa para poder marcar una diferencia en el mercado.

2. Propón nuevos retos

Hay que evitar la monotonía, los procesos reiterativos y la sensación de estancamiento. Cada cierto tiempo se deben replantear nuevas estrategias, métodos y objetivos que sean válidas para todas las partes. Y que hagan crecer tanto a la empresa como al empleado. De lo contrario, hay mucho riesgo de que pueda acabar convirtiéndose en un trabajador desmotivado.

3. Felicita en público y regaña en privado

Esta frase hecha dice que hay que buscar mejorar la confianza del empleado y el clima laboral en lugar de mostrar autoridad y crispación. Debe instalarse un ambiente positivo en la empresa, y que los trabajadores nunca se sientan humillados. Por el contrario, estarán pletóricos y orgullosos si ven cómo sus compañeros pueden apreciar sus éxitos profesionales. Esconder fallos y publicar éxitos.

4. Premia el trabajo bien hecho

Llegados a este punto, el foco puede irse hacia el salario. Y, por supuesto, es importante. Pero además de este factor, existen otros muchos que utilizar para fomentar la motivación en el trabajo. Como los relacionados con los horarios y jornadas laborales, o los reconocimientos en público. Incluso llegar hasta un ascenso. En definitiva, es recomendable confeccionar un clima de justicia, que consiste en ser considerado con el empleado y hacerle saber que la empresa reconoce su buena labor.

5. Paga sus horas extra

Aunque es una obviedad, todas las horas extra deben ser remuneradas. Es simplemente un trato de justicia, exigido en los contratos, en los convenios y en el Estatuto de los Trabajadores. Y es imprescindible para no tener trabajadores desmotivados. Para evitar horas extra sin remunerar, la ley estableció en 2019 la obligatoriedad de llevar un registro horario de los trabajadores. Así, este control horario ayudará a la empresa a saber el total de horas extra a pagar a cada empleado.

 

6. Comparte resultados globales

El empleado debe saber cuáles son los resultados globales de la empresa y de las diferentes acciones realizadas. Un grupo de trabajadores es un equipo, y un equipo desmotivado probablemente no podrá cumplir con los objetivos. Los trabajadores no sólo deben cumplir tareas, sino deben sentir la empresa, los proyectos y sus resultados.

7. Proyecta un plan de carrera

Y será difícil encontrar una mejor forma de evitar la desmotivación laboral que dibujar un proyecto de carrera. Así el empleado avistará un continuo objetivo de crecimiento, alienado además con la comodidad y estabilidad de mantenerse en la misma empresa.

Y es que, en definitiva, un empleado motivado, cómodo en la empresa, y con un camino largo dentro de ella, aumentará la productividad de la misma y evitará esfuerzos para tener que formar e introducir a nuevos trabajadores.