El modelo de trabajo convencional de asistir al lugar de trabajo y realizar las horas estipuladas, de manera rígida, está quedando obsoleto. La digitalización está abriendo paso a otros sistemas donde la conciliación y el rendimiento real son protagonistas. Es el caso del smart working, un “trabajo inteligente” sobre el que vamos a hablar en esta ocasión.
Smart working y su significado
El smart working es una modalidad de empleo que combina el trabajo, la innovación y la vida personal del empleado, y con la que es posible mejorar la productividad y la comodidad de éstos. Debe apoyarse en los siguientes pilares:
- Flexibilidad
- Nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC)
- Herramientas digitales
- Eficiencia
Además de la traducción del término al castellano, «trabajo inteligente», también podemos encontrar su acepción de «trabajo flexible». Y todo esto nos ayuda aun más a entender el concepto. No obstante, vamos a tratar de resumirlo en 6 claves.
Claves del smart working
Este trabajo inteligente se basa en unos principios que podemos resumir de la siguiente manera:
1. Teletrabajo
Permite a los trabajadores realizar sus tareas desde el lugar deseado, sin necesidad de acudir a las instalaciones de la empresa. Disponer de los instrumentos tecnológicos es el único requerimiento para poder llevarlo a cabo. Más allá de, evidentemente, el tiempo y la responsabilidad.
2. Flexibilidad y confianza
La libertad no se limita a la elección del sitio donde trabajar, sino que también llega hasta la flexibilidad en los horarios. Para que esto se dé, será imprescindible la confianza de la empresa en la responsabilidad de los empleados para cumplir sus tareas. Sin necesidad de un control de horas exhaustivo, más allá de la ley de fichar en el trabajo. Además, el empleado debe asumir autoridad y autonomía para la toma de decisiones y la realización de las tareas.
3. Integración de tecnología
Las nuevas tecnologías son imprescindibles para este trabajo a distancia. Lo será, tanto a nivel interno para la comunicación, el envío y almacenaje de archivos, el registro horario, etc., como para los distintos procesos con los clientes en canales digitales.
4. Orientación a resultados
La confianza de la empresa hacia los empleados en modalidad de smart working es vital. Y, valga la redundancia con el término “smart”, es inteligente medir el trabajo valorando la producción real en el lugar de las horas y/o el lugar de trabajo.
5. Comunicación efectiva
El smart working debe fomentar la comunicación efectiva y la colaboración continua, más incluso que respecto a los modelos de trabajo convencionales. Gracias a los sistemas digitales, es posible coincidir en gestores de tareas y proyectos, chats, videollamadas, etc.
6. Aprendizaje continuo y adaptabilidad
La tecnología avanza sin freno alguno, y esto implica la mejora constante de conocimientos hacia nuevos sistemas. Los empleados deben sentirse alentados a mantenerse actualizados sobre las tendencias y adquirir nuevas habilidades.
Ventajas y desventajas
En el smart working hay diferentes aspectos a valorar. Desde el punto de vista de la empresa podríamos encontrar los siguientes:
Ventajas
– Crecimiento de los empleados: la independencia puede acelerar los procesos de aprendizaje.
– Sostenibilidad: el uso de sistemas digitales y del teletrabajo evita transportes.
– Costes: reducción de gastos al aplicar el teletrabajo y eliminar medios físicos y analógicos.
– Retención de talento: esas facilidades hacia los empleados harán que estén a gusto.
Desventajas
– Aislamiento: puede haber falta de relaciones personales entre el personal y del sentimiento de equipo.
– Menor control: aun midiendo la productividad, es difícil acceder a toda la actividad del empleado.
– Seguridad informática: hay impedimentos para un control de los datos que entran y salen de los sistemas.
– Brecha tecnológica: ciertos perfiles pueden no contar con algunas capacidades imprescindibles.